sábado, 13 de septiembre de 2014

V Valencia Triatlón Sprint (6/IX/2014)

          Segundo año que hago el Valencia Tri, después de las buenas sensaciones que tuve el primer año (crónica AQUÍ). Imposible faltar, y más con el plus de hacerlo con mi hermano (al que tengo que agradecer su hospitalidad). Crónica-ladrillazo... ¡¡allá vamos!!


          Al igual que el año pasado, el triatlón empezó el día anterior (viernes) con el viaje y acomodación en casa de mi hermano. Este año, por circunstancias, fui solo a Valencia por lo que no hay tanto material multimedia como otros años. Y viendo en las pocas fotos que he visto, casi lo prefiero, porque el mono de este año acentúa mi voluptuosidad de forma exacerbada...

          Esa misma tarde fuimos a recoger el dorsal, dejar la bici ya en la transición y echar un ojo a la feria. Y me dejo el chip en casa, que para variar no estaba vinculado a mi nombre (por segundo año es el único triatlón de la temporada en el que ocurre esto)


          Después de marcar y dejar la bici en boxes, damos una vuelta por la feria (con múltiples rebajas y demasiadas tentaciones), y nos vamos al briefing express de las 18:30. Charlita que se hizo sentados en el suelo, al sol de Valencia a media tarde....


          De ahí a casa, a relajarnos y terminar de preparar los bártulos para el día siguiente. Charlita, cena y a dormir pronto que a las 5 tocaba despertarse. 

        Suena el despertador, y cuando quiero darme cuenta ya estamos por la zona de transiciones. Parte del madrugón era para evitar meter el coche en el aparcamiento, que el año pasado fue gratuito y este año era de pago (vaya susto le habrán dado a más de uno al sacar el coche). Por suerte, como a estas horas solo estaban los del super sprint, los descartes de la noche valenciana y los masocas (nosotros), no tuvimos problemas de aparcamiento. De camino, un cartel recordatorio del nivel de los hermanísimos:


          Entramos pronto (¿he dicho que llegamos a las 7 AM?), preparo la transición con cuidado: dorsal preparado, zapatillas en la bici con gomas, zapatillas de correr mirando a la salida, etc. 


           De paso, aprovechamos para inmortalizar el momento, ya que fue la única foto que pudimos hacernos juntos (yo salía en la primera salida, mi hermano en la tercera). Y nos vamos a ver la salida del agua de las chicas del triatlón de la mujer. 

 

          Abro un inciso sobre esto: la salida del agua era por un pantalán estrecho y flotante, que hacía un embudo y que provocó algunos tapones y una situación bastante peligrosa. Cuando la salida del agua empezó a parecerse a algo parecido a una matanza, varios de los espectadores animamos a los voluntarios que estaban mirando desde el muelle a que echaran una mano a las chicas, cosa que hicieron. Después de eso nos fuimos, y al volver para ver la salida del agua del super sprint, un coordinador de voluntarios (o algo así) nos reconoció del rato anterior, se encaró con nosotros y nos recriminó que habíamos insultado a los voluntarios. Después de aclararle con educación que estaba equivocado, va y nos dice que no tenemos por qué decirle a nadie como trabajar, y que los voluntarios tenían órdenes estrictas de no sacar a nadie del agua. Un 10 para ti, chavalote...

          Incidentes con la organización aparte, se va acercando la salida de federados sprint, así que caliento como deberiá calentar siempre: trote, progresivos, bien los hombros, flexibilidad. Y todo eso ya sudando la gota gorda, lo que indicaba que hacía calor...

          Nos llaman para la cámara de salida, y allí coincido con Rodrigo "del Arena", con el que pasa la espera entre batallitas. Al tirarnos al agua, aquello parecía un jacuzzi más que el mar (28ºC de temperatura).

 

          Me posiciono atrás en la línea de salida, para variar, y cuando dan la salida (¡¡MEEEEC!!) intento salir a tope, adelantando a unos cuantos y poniéndome en línea recta con la boya, viendo como muchos iban por dentro.


          La natación, esta vez, me la tomé menos conservadora, intentando ir a ritmo medio pero sin dormirme en los algueros. Doblando las boyas me abrí un poco, pero tuve una natación muy limpia sin coger pies de nadie, pero a un ritmo que me pareciá bueno. Llegando al pantalán - embudo dejo pasar a alguno para poder subir de un salto (¡HOP!) y empezar la larga transición.

          La T1 no tuvo mucho misterio: correr hasta la bici, tardar 30 segundos en ponerme el dorsal, y 15 segundos en ponerme el resto, salir corriendo hasta la línea de montaje y montarme de un salto, poniéndome las zapatillas con las gomas en el primer intento. 

          El inicio del tramo de bici fue calcado al año pasado: voy fuerte con otro chaval hasta coger un grupete, me llevan con la goma y acabo descolgándome. Después de rodar en tierra de nadie un par de minutos, me coge por detrás un chico que llevaba un par de rémoras, al que aguanto y con el que acabo dando relevos todo el segmento de ciclismo. Curiosamente, el chico ("Suso") sale en la foto  del pantalán cerca mía, y fue una providencia coincidir en el grupo porque íbamos  al mismo ritmo y con la misma mentalidad de dar relevos, no así el resto del grupo (6-8) que no se mojaron prácticamente delante. Como mi losa es la carrera a pie, tácticamente me interesaba endurecer la bici para intentar reventar a algún compañero, y es lo que intenté. 

          La T2 no tuvo mucho misterio, salvo que la entrada era justo después de una rotonda de 180º que se tomaba a toda castaña. Entrada MUY PELIGROSA, y más si llevabas los pies sueltos (y si no los llevabas no podías frenar y sacarlos a tiempo). Llego a mi sitio, dejo la bici, me calzo las Newton MV2 y a correr. 

          La carrera, también calcada al año pasado: mucho calor (¿lo había dicho antes?), un solazo que partía las piedras y calma chicha en viento. A diferencia del año pasado, salí a correr con un ritmo medio, con los gemelos respetándome, y enseguida adelanté a dos chavalitos de mi grupo de bici que llevaban los gemelos totalmente bloqueados (lo cual me animó aún más). Y el resto de la carrera a pie, al ritmo con el que creía que no petaría al final, y bebiendo lo justo en el avituallamiento. Ah, y con los ánimos de Miguelón, al que vi por allí y que me dio pequeños empujones en la carrera a pie. 

Foto sacada de la web de TriEvent

          Segunda vuelta agónica, buscando la sombra, y subida al Veles i Vents maldiciendo al que diseñó ese costarrón antes de la meta. Como sabía que no venía nadie por detrás (no podía ni girarme, pero pregunté a varios del público), y no cogía al de delante, no esprinté salvo para parar mi peso en la cuesta abajo de meta. Después de la llegada varios voluntarios me preguntaron si necesitaba al médico (....), avituallamiento bastante abundante donde desentonaba un isotónico infame,  y colofón con fresas deshidratadas. De ahí masaje, donde se negaron a soltarme el hombro, y a esperar a mi hermano, al que no conseguí ver cruzar la meta. Eso sí, vi a bastante gente cruzar la meta y nunca había visto tantas petadas y tantos vómitos en la meta.

          En total, puesto 72 de 624 en categoría masculina para 1:17:31. Para los curiosos, los segmentos de mi pulsómetro (integrando las transiciones) fueron: NATACIÓN - CICLISMO - CORRER. Y en resumen, comparando con el año pasado:


          Dos minutos y medio menos, por lo que estoy muy contento con el resultado, ya que no las tenía todas conmigo. Curiosamente, la mejora más grande ha sido en natación, que ha sido lo que menos he entrenado este año. Mi hermano también bajó su tiempo, así que doble alegría.

          Resumiendo, que ya va tocando: al igual que el año pasado, un triatlón relativamente bien organizado, con algunos puntos del circuito a mejorar, pero que me gusta bastante. Aún así, de precio bastante alto, con mucha gente, por lo que no sé si repetiré el año que viene (al menos el sprint). Eso sí, totalmente recomendable para debutar.

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