II Carrera familiar Trinet (15-XII-2013)

 

          Tal y como comenté el año pasado (AQUÍ), este año quería repetir la experiencia de la carrera de Trinet: una carrera con marcado ambiente familiar, bien organizada y con premios y un gran sorteo.

          A diferencia del año pasado, este año estoy recién recuperado de una lesión, por lo que el único objetivo marcado era pasarlo bien, y si acaso no quedar los últimos. Además, este año lie a mi padre para que corriera junto a mi hijo Alberto los relevos, así que para allá que nos fuimos toda la familia. Allí me encontré con parte de mi familia deportiva, algunos cachorros (y no tan cachorros) del Stadio:

 

Abusones...

          Después de los saludos de rigor, recogida de dorsales, corrección de los datos (nota mental: Alberto tenía 21 meses), el speaker anuncia que empieza la primera carrera: 150 metros para los más pequeños. Distancia casi de trámite para los de 5 años, a Alberto se le hizo algo largo. También ayuda el pararse a recoger un caracol que vio, o las piñas de los pinos, o correr en sentido contrario; detalles a mejorar en su futuro entrenamiento. Pero que llegara dando palmas es un buen presagio (y llegó el penúltimo.. ¡¡objetivo superado!!)

Plas, plas, plas, plas

          Después de una carrera para los más mayores, y un mini-duatlón para los peques tocaba la carrera de relevos, con el equipo Izquierdo a tope: hijo, abuelo y padre. La primera posta la hizo Alberto con Merce, y pese a salir un minuto antes que el resto acabó siendo un mano a mano entre otra madre y Merce, con los niños en brazos, viendo quién conseguía no ser la última en dar el primer relevo. 

Relevo generacional (literalmente)

          Segundo relevo para mi padre, que saliendo último remontó varias posiciones en sus 1500 para darme el último relevo a mí. 3000 metros por delante, y con incertidumbre por saber cómo reaccionaría al apretar un poco a la máquina. Y duró poco la incertidumbre: los dos meses sin correr se notaron y mucho, acabando mi relevo bastante "tostadito" cuando se supone que era un calentamiento...

Llevo buena cara porque estaba empezando...

          Después de la fundida, de dejarme los sóleos a la altura del cogote (benditas mixtas de poco drop), y planteándome seriamente hacerme el sueco en el 6000, al final decidí correrlo a ritmo pachorrero. El resto de la familia se quedó jugando y animando con frases como "Ahora te recojo los pulmones que te has dejado atrás", "venga que solo queda más de la mitad de la carrera", "te quedan varias vueltas" (quedando una) y demás lindeces que a uno le animan a parar en un rincón y ponerse a llorar. Aún así, siendo doblado por los primeros conseguí acabar sin romperme ni parar a andar. Suena muy matado, sí, pero se me cruzó alguna vez por la cabeza.

 

La única foto con cara semi-decente de 200

          Llegada entre estertores, recuperación y avituallamiento, y pasamos a la entrega de premios. Como no podía ser de otro modo, los cachorros ganaron en relevos e hicieron dos primeros (Marc en >18 y Emilio en <18). Y entre podio y podio, y sin yo esperarlo, dieron un premio a Alberto por ser el corredor más joven. Y como yo no rasqué nada y soy un padre orgulloso, pongo una foto de mi hijo en el primer escalafón del podio.

 ¿ Quién quiere copas teniendo un peluche?

          Acabado los podios y con un abundante sorteo donde, para variar, no nos tocó nada, pasamos a un picoteo entre todos los que habíamos traido algo, y donde repusimos fuerzas. En resumen, una carrera que me volvió a encantar tanto por ambiente como por enfoque, bien organizada por Krisztina, Javi y el resto de gente de Trinet, y a la que volveré siempre que me cuadren las fechas. 

          El año pasado acabé la crónica deseando lo mejor al recién creado club de Trinet. Este año no va a hacer falta, ya se han consolidado y aparecen regularmente en casi todas las carreras. Así que.. ¡¡nos vemos en ellas !!