viernes, 4 de abril de 2014

II Cross de la Albufereta (30-III-2013)


          Al igual que el año pasado, este año he vuelto a correr el Cross de la Albufereta (que para mí seguirá siendo el Cross de Cabo Huertas). Antes, hagamos un recordatorio del año pasado (AQUÍ): 1:09:42, posición 94 de 122 de mi categoría, 176 ppm de media, ritmo medio de 6:31 min /km.

          Este año tenía esperanzas en hacerlo bien en este cross: estoy entrenando con algo más de cabeza, había entrenado previamente las partes más sensibles del recorrido, e incluso había comprado unas zapatillas específicas de trail (Salomon XR Mission).

          La mañana amaneció fría, muy fría: eché de menos unos guantes y una capa más de camino a la zona de salida. Una vez allí, recojo dorsal y chip, me desvisto y encuentro a dos compañeros de club: Emilio y Salva. Foto del "Team Albufereta" para el recuerdo:

Uno de los tres hizo podio...

          Calentamos un poco (demasiado poco, para variar), y cuando quiero darme cuenta ya estoy en la línea de salida, pero al final. Echo un ojo a ver si veo a Salva, suena la bocina, y la gente sale en desbandada. Curiosamente, aunque lo cogí a medio recorrido, resulta que Salva y yo salimos juntos. Una de las fotos oficiales así lo atestigua, y mi empanamiento hizo que no lo viera.

Arriba a la derecha los dos tíos más despistados de la carrera

          La gente se va estirando en la explanada del puerto, y al llegar a los locos, para variar un tapón que hace pararnos literalmente. Y de ahí ya vamos a un terreno rompepiernas con la tónica habitual para mí: en las zonas técnicas voy adelantando a alguna persona, en las zonas rápidas me adelantan varias. Llegamos al Tobo, subo a chino chano y en el reloj de sol, como el año pasado, me pongo a andar con las pulsaciones disparadas. De momento calcadito al año pasado. Justo al final de esa subida había un fotógrafo, así que hago como que troto...


          Bajadita peligrosa, volvemos al terreno rompepiernas costero, y llegando a Cala Palmera, en una modificación de este año del recorrido, me cruzo con el primero. ¿¿¿YA??? ¡¡Pero si el año pasado me crucé con el primero 300 metros más adelante!! Seguimos por el sendero, ya cruzándonos con gente y dejando pasar cuando podíamos. Un chico de verde casi nos tira a mí y a los dos que llevaba detrás por el cortado (un saludo IMBÉCIL) en la senda estrecha camino del faro, donde me cruzo con el gran Kiko, y con Emilio que tiene pinta de podio. 

          Llegamos al faro, alargo zancada, subimos cuesta, me paro a andar, recupero en la acera, me bebo medio vaso de agua y ya toca la vuelta. Más o menos ya estaba posicionado en la cola del grupo, y hubo pocos cambios de posición entre las personas que íbamos juntos, y los pocos fueron gente adelantándome. Cuando ya giramos hacia tierra dentro, subo la ladera sorprendemente ágil, escalo el trocito de piedras y corono con buenísimas sensaciones. Un espejismo, vamos, porque es tocar la arena y me noto cual cachalote varado en una playa: si corría me ahogaba (185 ppm), si andaba me reventaban los gemelos, y pararme no era una opción.

          Llegando a la valla, y ya toca terreno favorable (para mí), donde puedo aprovechar mi inercia cuesta abajo y el conocimiento del terreno para relajarme y disfrutar bajando. Bajamos al tobo, y ya por la zona de la Calita noto como me sobra una marcha. Estoy un buen rato jugando al adelantarme con el que llevo delante, que me supera en las zonas fáciles y le relevo en las técnicas, hasta que bajamos por los locos y toca otra vez la explanada de Campoamor.

          Alargo zancada, pongo ritmo de crucero a unos estratosféricos y supersónicos 5 min / km, y llegando a meta veo que Alberto está pululando por allí. Y pienso: "Mira, voy a pasar por la meta con mi hijo de la mano". La idea era bonita, pero mi retoño se vio el percal y dijo "tururú". Y mientras tanto, los lobos afilaban los dientes detrás mía:

"Yo me aparto que la batalla tiene pinta de cruenta"

          Así que de repente me veo metido en un sprint con un conocido que me quita las pegatinas, y con una chica con la que había hecho más de la mitad del recorrido de vuelta (de hecho creo que la adelanté bajando del punto geodésico). El final os lo podíais imaginar, pero no hará falta porque hay imágenes de todo

Expresión cambiando de conformidad a "Ni de coña"

          Y el momento globero del día es dar un golpe de riñones en la meta para no dejarme comer una posición más. ¿Me jugaba un podio, quizá un espónsor? Para nada, pero tenía que hacer alguna "dominguerada" en la carrera, o se hubiera perdido el espíritu que impregna este blog. Ahí queda la foto:


          Hablando de números (los datos de mi Garmin AQUÍ): 1:05:10, posición 141 de 257 (50 de 72 en mi categoría), a 176 ppm de media y 6:01 min /km. Comparando con el año pasado, he bajado 4:30 en el mismo recorrido, yendo a la misma intensidad (pulsaciones clavadas). Parece que se nota eso de entrenar con algo de continuidad y de forma específica.

          Ya en meta voy al avituallamiento, bastante abundante, al poco llega Salva, con un muy buen tiempo para ser su primera vez, y confirmo que Emilio ha hecho primero de su categoría. Con una ampolla del tamaño de Pamplona en el arco plantar, y bastante satisfecho por el tiempo (no así por las sensaciones y táctica empleadas) enfilo ya para casa.

         En resumen: una carrera bien organizada, con un recorrido duro y muy bonito, y todo organizado de una forma muy correcta. Vamos, una carrera que seguiré repitiendo todos los años si puedo, porque correr enfrente de casa y al lado del mar no tiene precio.

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